El trabajo de la atención plena o “mindfulness” está llegando masivamente a nuestras vidas y a nuestras aulas. Y es una gran noticia, grandes neurocientíficos como Daniel Goleman o los componentes de la Asociación Educar denuncian que vivimos sometidos a un “exceso de estímulos” de manera que nos dificulta poder tener una atención selectiva y sostenida.
Precisamente esto es lo que definimos como mindfulness “es mantener la atención centrada en un objeto por un periodo de tiempo teóricamente ilimitado” (Lutz, Dunne y Davidson).
Nuestros peques empiezan a necesitar una gran cantidad de estímulos para fijar su atención, no solo la educación utiliza la neurociencia sino también la televisión y la publicidad que la utilizan para captarla durante un tiempo muy corto a base de inundar sensorialmente a nuestros hijos y alumnos.
El uso de las nuevas tecnologías además está provocando un cambio a nivel cerebral que aún desconocemos, digamos que la primera generación “conejillo de indias” está en la veintena de años.
Por todo esto cuando inicio a mis alumnos y alumnas en ésta práctica, utilizo algunas ayudas para hacerla más llamativa y motivante. Ayudas que con el paso del tiempo y a medida que ellos van viendo lo bien que sienta estar tranquilos y atentos al aquí y ahora voy quitando poco a poco.
1. Utilizar lámparas que cambian de colores para marcar el tiempo de la meditación:
Mientras respiramos profundamente vamos observando cómo cambian las luces de color, “vamos a respirar así hasta que aparezca el color verde 4 veces”
2. Utilizar un reloj de arena:
Los relojes de arena también nos sirven para marcar el tiempo de la meditación y atraen la atención de los niños.
3. Las pelotas que se abren y cierran:
Éste es un elemento externo que les ayuda a visualizar su respiración además de captar su atención.
4. Meditaciones con movimiento:
Moverse ayuda a que nuestra atención y nuestros pensamientos se centren en aquello que estamos haciendo. Las meditaciones que usan en kundalini son geniales en éste aspecto. Aquí dejo una de ellas.
5. Meditación con la vela:
El fuego tiene un poder mágico, todos podemos pasarnos horas y horas delante de una chimenea. Observar la llama durante unos segundos y luego cerrar los ojos para observar hacia nuestro interior es un gran ejercicio para los más peques.
Todas éstas técnicas de meditación con niños y muchas más las podrás aprender en la próxima formación de Maestros de yoga para niños Om Shree Om en Marbella, para obtener más información pincha aqui.
Jose Luis Pizarro Rivas. Licenciado en CCAFD y profesor de yoga para niños.